Dios asumió la condición humana para curar "todo lo que
nos separa de Él"
En Jesús, Dios se encarnó, se hizo hombre como nosotros, y
así nos abrió el camino hacia su Cielo, hacia la comunión plena con Él".
"Dios tomó la condición humana para curar de todo lo
que nos separa de Él, por lo que podemos llamar, en su Hijo unigénito, con el
nombre de ‘Abba, Padre’ y ser verdaderamente sus hijos".
El Santo Padre
resaltó que "es importante, entonces, recuperar el asombro ante el
misterio, dejarse envolver por la magnitud de este acontecimiento: Dios ha
recorrido como un hombre nuestros caminos, entrando en el tiempo del hombre,
para comunicarnos su propia vida. Y no lo hizo con el esplendor de un soberano,
que con su poder somete al mundo, sino con la humildad de un niño".
El Papa dijo luego que cuando en el Evangelio de San Juan
se dice que "La Palabra se hizo carne", esta última palabra, según la
costumbre judía, "se refiere a la persona integralmente, en su totalidad,
a su aspecto de caducidad y temporalidad, su pobreza y su contingencia. Y ello
para decirnos que la salvación traída por el Dios hecho carne en Jesús de
Nazaret, abraza al hombre en su realidad concreta y en cualquier situación en
la que se encuentre".
Benedicto XVI afirmó luego que la expresión "el
Verbo se hizo carne" es "una de esas verdades a las que nos hemos
acostumbrado tanto, que ya casi no nos impacta la magnitud del evento que
expresa.
…estar atentos al corazón de la gran novedad cristiana que
celebramos: algo absolutamente impensable, que sólo Dios podía obrar y en la
que sólo se puede entrar con la fe".
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